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Energía nuclear: construir un futuro a escala internacional

¿Es la energía nuclear una de las claves para un mundo más templado?

Una cosa es cierta: ocupa un lugar destacado en la mayoría de los escenarios elaborados por el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático ) y laAIE (Agencia Internacional de la Energía ) para luchar contra el cambio climático.

 

Su rendimiento en materia de emisiones de carbono se reconoce como una baza importante, al igual que su complementariedad con las energías renovables. Por supuesto, aumentar la cuota de la energía nuclear en la combinación energética mundial depende de una fuerte acción política. Pero la industria también tiene un papel importante que desempeñar impulsando la investigación y el desarrollo y manteniendo el capital de competencias.

 

Con cuarenta años de experiencia y competencias reconocidas, Onet Technologies participa plenamente en el compromiso de la industria nuclear.          

La emergencia climática es un hecho

Las naciones están lejos de alcanzar el nivel de acción necesario para combatir el calentamiento global.

La sentencia es inapelable, su redacción mordaz. Tal día como hoy de febrero de 2021, António Guterres, Secretario General de las Naciones Unidas, anuncia la publicación del informe provisional de la CMNUCC (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático). 

La ciencia es clara", explica. Para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 °C, necesitamos reducir las emisiones globales en un 45% para 2030, en comparación con los niveles de 2010.

El rumbo que se ha fijado la comunidad internacional es ambicioso.

 

Pero la observación subyacente no es nada nuevo. Desde hace muchos años, sabemos que el CO2 (dióxido de carbono) se concentra en la atmósfera a medida que se emite en cantidades cada vez mayores. Como es un gas de efecto invernadero, este fenómeno provoca un aumento de las temperaturas.

 

Las últimas declaraciones del director de la AIE (Agencia Internacional de la Energía), Fatih Birol, no invitan al optimismo: tras una caída en 2020, las emisiones mundiales de CO2 repuntarán en 2021, al igual que al año siguiente, para alcanzar un máximo histórico en 2023. Según algunas simulaciones, los cambios previstos en un siglo podrían ser comparables a lo ocurrido en el espacio de 10.000 años cuando la Tierra salió de la última glaciación.

 

Un ritmo al que muchos ecosistemas no podrán adaptarse...

La emergencia climática es, por tanto, una realidad. Una de las formas de responder a ella es actuar sobre la generación de electricidad. La generación de electricidad es responsable de más de un tercio de las emisiones de CO2 en todo el mundo. El think tank independiente Ember ha demostrado que las emisiones del sector eléctrico cayeron un 2% en 2019. Esto se debe en gran medida a la caída de la producción de carbón, estimada en un 3% por la organización de análisis de datos Carbon Brief.

Compensar la intermitencia
de las energías renovables

 

¿Puede la generación de electricidad renovable sustituir hoy a los combustibles fósiles (carbón y, en menor medida, gas natural)?

 

En 2019, la energía solar y eólica generó 270 teravatios hora: el 8% del total mundial, frente a solo el 3% en 2013. Su cuota ha alcanzado incluso el 18% en la Unión Europea.

 

Según los escenarios del IPCC y la AIE, la generación de energía eólica y solar debe seguir creciendo un 15% al año si queremos cumplir nuestros objetivos climáticos. Este objetivo se cumplirá en 2019, pero a largo plazo parece que se verá comprometido por el problema de la intermitencia. En otras palabras, la incapacidad de las turbinas eólicas y los paneles solares para producir electricidad de forma continua según la demanda.

 

Una solución a este problema sería desplegar grandes capacidades de almacenamiento de electricidad para satisfacer la demanda cuando el viento no sopla y el sol no brilla. Sin embargo, las condiciones técnicas y económicas no están maduras para ello a corto plazo. Por ejemplo, el hidrógeno avanza y puede utilizarse para almacenar electricidad en el marco de programas experimentales, pero su producción por electrólisis a partir de electricidad renovable sigue siendo muy costosa.

 

En consecuencia, la energía eólica y la solar no pueden prescindir del complemento que aporta la energía controlable y baja en carbono.

 

Los reactores nucleares combinan estas dos características. Son capaces de cumplir su misión sean cuales sean las condiciones meteorológicas, la estación del año o la hora del día. Es un factor decisivo para garantizar el suministro a los consumidores y estabilizar las redes eléctricas.

Rendimiento del carbono y seguridad nuclear  

Otra ventaja decisiva es que la fisión del átomo de uranio no emite CO2.

 

Por supuesto, la construcción y el desmantelamiento de una central eléctrica, la extracción de mineral y la gestión de los residuos radiactivos son actividades que tienen un impacto en el carbono.

En su informe de 2014 sobre la "base de carbono", la Agencia Francesa de Medio Ambiente y Gestión de la Energía (ADEME ) también las tiene en cuenta. Estima en 66 gramos el nivel medio de emisión de un kilovatio-hora nuclear.

Un orden de magnitud común con

  • energía solar fotovoltaica (de 41 a 48 gramos),
  • hidroelectricidad (24 gramos),
  • energía eólica (11 a 12 gramos).

Y, sobre todo, un rendimiento muy superior:

  • carbón (820 gramos)
  • y gas (490 gramos).

Esto explica por qué Francia, con sus cincuenta y seis reactores nucleares que suministran el 70% de su electricidad, es tan buen alumno en la lucha contra el cambio climático.

 

Queda pendiente la cuestión de la seguridad de la producción de energía nuclear, que preocupa a algunos ciudadanos.

En un informe publicado a finales de marzo de 2021, los expertos del CCI (Centro Común de Investigación, servicio científico de la Unión Europea) concluyen que "ningún análisis aporta pruebas científicas de que la energía nuclear sea más perjudicial para la salud humana o el medio ambiente que otras formas de energía".

En cuanto a los efectos no radiológicos, "los impactos de la energía nuclear son esencialmente comparables a los de la hidroelectricidad y las energías renovables", añaden.

En cuanto a los efectos radiactivos, "pueden establecerse medidas para prevenir los impactos nocivos o limitar sus consecuencias a un coste razonable utilizando las tecnologías actuales".

 

El almacenamiento geológico profundo, que es la opción más aceptada para el combustible nuclear gastado y los residuos radiactivos de alta actividad, es considerado por los autores del informe como un "medio apropiado y seguro".

 

Por último, aunque los accidentes nucleares graves no pueden descartarse al 100%, su probabilidad es "extremadamente baja".

Una flota que suministra a
el 10% del consumo eléctrico

Con todas sus ventajas, ¿es el átomo una herramienta esencial en la transición energética?


La respuesta sería un "sí" rotundo si no fuera por un problema de escala. Los 442 reactores nucleares en funcionamiento en una treintena de países sólo suministran en torno al 10% del consumo mundial de electricidad.

 

Y actualmente sólo se están construyendo unas cincuenta nuevas unidades en todo el mundo, lo que no cambiará radicalmente la situación...

 

Con una demanda mundial de electricidad que se duplicará de aquí a 2050, la AIE recomienda un aumento del 80% de la producción nuclear en los próximos veinte años, al tiempo que se invierte masivamente en el desarrollo de las energías renovables.

 

En 2019, el IPCC estudió multitud de escenarios para limitar el calentamiento global a 1,5 °C. En la mayoría de los casos, se prevé un aumento sustancial del uso de la energía nuclear, cuya cuota en el consumo de energía primaria se multiplicaría entre dos y seis veces entre 2010 y 2050.

 

Pero cómo hacerlo, dado que los costes nucleares tienden a aumentar por el endurecimiento de las medidas de seguridad y el despliegue de nuevas tecnologías como el EPR (reactor de agua a presión).

Un paso decisivo sería la inclusión de la energía nuclear en la taxonomía europea sobre financiación verde, es decir, la lista de actividades de suministro energético que pueden optar a financiación pública por su contribución a la neutralidad en carbono.

Este texto tendrá una influencia decisiva en las decisiones de inversión públicas y privadas en los próximos años. En particular, podría ayudar a financiar nuevas centrales eléctricas. Pero la decisión de la Comisión Europea, prevista para abril de 2021, se ha aplazado.

Consolidar lo conseguido sin olvidar innovar

 

Otra opción es prolongar la vida de las centrales existentes. En Estados Unidos, donde opera el mayor parque nuclear del mundo, casi 90 reactores tienen licencias de explotación de 60 años, lo que supone una edad media de 39 años por reactor en servicio. Una de las recomendaciones de la AIE es autorizar la prolongación de la vida útil de las centrales existentes "durante el mayor tiempo posible" en términos de seguridad de las instalaciones.

 

El futuro de la energía nuclear depende también de que redoblemos nuestros esfuerzos para innovar y desarrollar las tecnologías del futuro. La fusión nuclear, a través del proyecto experimental internacional ITER, es sin duda la más publicitada. Ofrece la promesa de una fuente de energía hipocarbónica, limpia, segura e ilimitada.

 

Pero el diseño de reactores SMR (unidades modulares de potencia media) también ofrece perspectivas prometedoras. En particular, podrían servir de apoyo a las energías renovables.   

 

Por último, en un sector en el que la capacidad de ingeniería, la excelencia operativa y la cultura de la seguridad son esenciales para el éxito de los proyectos, mantener el capital humano es un reto importante. Esto es especialmente cierto en Francia, donde la experiencia nuclear siempre ha sido un producto de exportación muy apreciado.

Cuando el sentido del servicio
se combina con los conocimientos técnicos

Esta habilidad, Tecnologías Onet es hoy uno de los principales proveedores. Su saber hacer se refleja en una serie de factores objetivos: más de cuarenta años de experiencia en el sector nuclear, 2.000 personas trabajando in situ y un equipo de 400 ingenieros punteros, 30 centros en toda FranciaLa empresa registra unas diez patentes al año, 15 centros de formación y 27 lugares de formación.

 

El valor añadido de Onet Technologies también incluye

  • un sentido de servicio y compromiso que fomenta relaciones a largo plazo basadas en la confianza con los contratistas nucleares;
  • una madurez en la empresa que alimenta la proactividad y la anticipación de las necesidades;
  • la capacidad de desplegar soluciones conocimientos a medida a escala internacional.

Todos estos puntos fuertes se combinan para dar servicio a las tres actividades estratégicas de la empresa: ingeniería y servicios de mantenimiento y modificación de reactores, desmantelamiento y gestión de residuos, y servicios para operadores.

Maxime MICHEL-NOEL
Maxime Michel-Noel,
Director de Desarrollo, Onet Technologies

La primera actividad nos convierte en un socio importante en la prolongación de la vida útil de las centrales nucleares de EDF. Nuestros equipos se han distinguido especialmente en el mantenimiento especializado. De hecho, tres de nuestros proyectos han sido seleccionados en el marco del plan de estímulo, lo que ha contribuido a reforzar nuestros resultados sobre el terreno.

Entre los avances previstos figuran la implantación de tecnología láser para descontaminar metales y un sistema de control de calidad de las soldaduras en tiempo real.

En materia de gestión de residuos, Onet Technologies explota su propia ICPE (instalación clasificada para la protección del medio ambiente), SOGEVAL, que le permite ofrecer servicios de tratamiento y almacenamiento casi sin parangón en Francia. La empresa también trabaja en el desarrollo de soluciones robotizadas.

 

Por último, en el ámbito de los servicios al operador, nuestros servicios de logística nuclear permiten al resto del personal de mantenimiento dedicar el máximo tiempo posible a sus competencias básicas. Se trata de una función clave para garantizar que la parada de una unidad nuclear para su mantenimiento se lleve a cabo en el plazo previsto y con la calidad industrial esperada.

Un motor para la industria francesa

Como el resto de la industria nuclear francesa, Onet Technologies ha hecho del desarrollo de las exportaciones una de sus principales prioridades. Actualmente hay varios contratos en curso en Bélgica, Italia y el Reino Unido para la gestión de residuos y el desmantelamiento. En diciembre de 2020 se abrió una oficina en Tokio.

 

En la India, el proyecto de construcción de 6 EPR en Jaïtapur ha alcanzado un hito decisivo: EDF debe presentar una oferta vinculante en abril de 2021. Onet presta su apoyo.

 

En cuanto a la filial americana EPM (Engineering Planning and Management, Inc.), especializada en seguridad y protección contra incendios, podría abrir algún día al Grupo las puertas del mercado canadiense.

 

En este país, los reactores SMR, el mercado emergente de desmantelamiento y gestión de residuos y la puesta en marcha de un ambicioso programa de modernización del parque de reactores en funcionamiento son las principales salidas potenciales.

 

El otro tema de actualidad es una auditoría conducente a la certificación ISO 19443: "Se trata de una norma internacional dedicada al sector nuclear. Su objetivo es tener más en cuenta las cuestiones de seguridad y el control de calidad industrial para responder a ellas", explica Maxime Michel-Noël. Esperamos ser una de las empresas certificadas ya este año, para poder actuar como fuerza motriz, ya que la norma se impondrá a todo el sector en los próximos años". 

Onet Technologies concede gran importancia a su papel de facilitador y ayuda al crecimiento de la comunidad nuclear. Así lo demuestra, por ejemplo, su contribución a la gobernanza y los trabajos de GIFEN (la asociación francesa de la industria de la energía nuclear).

Ya se trate de hacer progresar las competencias clave, de promover nuevas normas de alta calidad industrial o de acelerar la digitalización de las prácticas, nuestro éxito será colectivo y requerirá la movilización de todas nuestras fuerzas motrices.